Por Ainara Cortés-Avizanda, Marta Serra, Manuel de la Riva y Giacomo Tavecchia
En 2008 llegó a Mallorca un número indeterminado de buitres leonados (Gyps fulvus), posiblemente entre 40 y 60 ejemplares, empujados por un fuerte temporal. Los primeros datos de cría se registraron en 2012 y en 2021 hay aproximadamente 25 parejas reproductoras activas (1, 2). La isla ya albergaba una población de buitre negro (Aegypius monachus) que, tras asomarse a la extinción en los años sesenta y setenta del siglo XX, ha logrado recuperarse hasta alcanzar las 40 parejas reproductoras actuales (1, 3). La colonización de Mallorca por buitres leonados es un evento ecológico sin precedentes que está siendo estudiado por el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), un centro dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), en colaboración con la Estación Biológica de Doñana (CSIC). Puede considerarse un experimento natural idóneo para comprender el papel de una especie clave en la configuración del gremio de los carroñeros.
AUTORES
Ainara Cortés Avizanda es doctora en Ecología y Medio Ambiente. Sus principales líneas de investigación se centran en el estudio y la conservación de vertebrados.
Marta Serra Tejedor es graduada en Biología por la Universidad de las Islas Baleares y máster en Biodiversidad por la de Barcelona. Ha trabajado como técnico de campo contratada en el proyecto sobre los buitres de Mallorca (AA/EE 123, IMEDEA-UIBCSIC).
Manuel de la Riva es funcionario de carrera y técnico en investigación, desarrollo e innovación de organismos públicos en la Estación Biológica de Doñana (CSIC).
Giacomo Tavecchia es doctor por la Universidad de Montpellier (Francia) y científico titular del IMEDEA (CSIC-UIB), donde coordina el Grupo de Ecología y Demografía Animal (GEDA).