Editorial

Cumpleaños feliz

Viernes 31 de diciembre de 2021

Entramos en el año 2022 con la memoria aún puesta en el cuadragésimo aniversario de Quercus y los actos que se organizaron para celebrarlo. No todos los días se cumplen cuarenta años y menos aún cuando el protagonismo recae en una revista especializada y minoritaria. Así que todavía nos dura la resaca.

Primero fue la mesa redonda organizada como parte del XIV Congreso de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA) el 23 de noviembre en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con participantes de todos los ámbitos que hacen posible el milagro mensual de que Quercus llegue a sus lectores. Allí había representantes de la ciencia, las ONG, las administraciones ambientales, los colaboradores y los suscriptores de toda la vida. Además, por supuesto, de la redacción al completo. Fue un acto entrañable, muy poco formal, salpicado de anécdotas y sin excesivas tentaciones de caer en la nostalgia. Tras la inevitable foto de grupo, que ilustra este artículo editorial, completamos el cóctel ofrecido por APIA con una tarta de cumpleaños y unas botellas de cava, que pagamos a medias con los compañeros de Energías Renovables, que también celebraban los veinte años de su revista.

Al día siguiente volvimos a reunirnos con motivo de la plantación que organizaron los fundadores de la revista, Teresa Vicetto y Benigno Varillas, en el Parque Regional del Sureste con el apoyo de Luis del Olmo, director general de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Comunidad de Madrid. Allí, en una mañana radiante de otoño, nos reunimos unas sesenta personas, la mayoría viejos conocidos, para plantar un árbol o un arbusto por cada uno de los setecientos valientes que se suscribieron a ciegas a una revista que todavía no existía y pusieron en marcha el primer crowdfunding de la España democrática. Por más que nos esforzamos, no fuimos capaces de plantar ni el 10% de las encinas, coscojas, romeros y cornicabras disponibles. Tarea que, sin embargo, se encargará de completar el personal de apoyo del parque regional.

Como ritos de paso, ambas celebraciones marcaron un antes y un después de tan señalada efeméride. Ese después hemos tratado de reflejarlo en este mismo número de Quercus con algunas innovaciones, pocas, pero suficientes para saludar la nueva etapa que ahora afrontamos. El Quercus de papel se mantendrá en pie mientras siga recibiendo el apoyo de la generación que lo hizo germinar y crecer hace ya cuarenta años. Y ojalá sus renuevos en otros formatos menos convencionales atraigan la atención de quienes inevitablemente tendrán que sucedernos.