Las quemas intencionadas son un delito ambiental que, de forma recurrente, afecta todos los años a cientos de hectáreas de arroyos, cunetas, ribazos y bosques de ribera, eliminando buena parte de la biodiversidad del paisaje agrícola. Así lo denuncian los ecologistas palentinos, que acusan de inacción y negligencia a la Junta de Castilla y León en este tema.
Por Fernando Jubete y Alberto Fuentes
Es un hecho recurrente todos los años. Coincidiendo con la finalización del invierno y el incremento de las temperaturas, uno de los problemas ambientales de máxima gravedad que hay en las comarcas agrícolas de la provincia de Palencia vuelve a manifestarse.
Se trata de las mal llamadas quemas agrícolas, que en realidad no afectan solamente a zonas cultivadas sino también a linderas, cunetas, ribazos, bosquetes isla y, en no pocas ocasiones, a bosques de ribera y cauces fluviales.
Basta darse un paseo por cualquier pueblo de la comarca de Tierra de Campos, El Cerrato, la vega de Carrión o Saldaña para ver decenas de columnas de humo que, en el mejor de los casos, están calcinando arroyos o linderas entre cultivos.
AUTORES
Fernando Jubete y Alberto Fuentes son portavoces de la Asociación de Naturalistas Palentinos (anpa@ avespalencia) y de Ecologistas en Acción (eeapalencia@ yahoo.es), respectivamente.