El aumento en la frecuencia, severidad y extensión de los incendios forestales es algo de lo que por desgracia hemos sido testigos en España este verano. Este cambio en el régimen del fuego obliga a un nuevo enfoque a la hora de diseñar los planes de gestión territorial, de conservación de los ecosistemas y de restauración ecológica.
Por Alexandro B. Leverkus y Juli G. Pausas
La presencia y abundancia de las plantas en un lugar concreto vienen determinadas por factores ambientales como el clima y el tipo de suelo. Otro factor, menos conocido, es el régimen de perturbaciones y en concreto en la cuenca mediterránea el régimen del fuego. Muchas especies poseen características que les permiten sobrevivir y rebrotar tras un incendio, gracias a que tienen yemas bajo el suelo, como ocurre en nuestros matorrales esclerófilos, o bajo una corteza gruesa, como el alcornoque. Otras mueren con el incendio pero sus poblaciones se regeneran a partir del banco de semillas, como el pino carrasco o las jaras.
Sin embargo, las alteraciones en los ecosistemas generadas por el ser humano –especialmente la mayor incidencia de igniciones, los cambios en la estructura del paisaje y el cambio climático– están alterando los regímenes de incendios y con ello produciendo desajustes entre el impacto del fuego y la capacidad de regeneración de las plantas.
AUTORES
Alex Leverkus es investigador en la Universidad de Granada e investiga la respuesta de los ecosistemas al manejo tras el fuego y tras otras perturbaciones como tormentas y plagas. Juli G. Pausas es investigador del CSIC y centra sus estudios en ecología y evolución en ecosistemas donde las perturbaciones, y en especial los fuegos, tienen un papel preponderante.
Artículo de referencia
Alexandro B. Leverkus y otros autores (2021). Environmental policies to cope with novel disturbance regimes–steps to address a world scientists' warning to humanity. Environmental Research Letters, 16 (2) 021003 / https://bit.ly/3PRKAM0