En base a la información aportada por el diccionario geográfico de Madoz, publicado en el siglo XIX, un equipo de investigadores ha deducido que el lobo ocupaba en esa época al menos el 65% de la España peninsular. Su estudio indica que este emblema de nuestra fauna se encuentra hoy en día en poco más del 30% de la distribución histórica que tenía.
Por Miguel Clavero, Alberto Fernández, Eloy Revilla y Néstor Fernández
Somos, a la vez, testigos y motores de la pérdida de biodiversidad en el planeta. Vivimos una reducción generalizada en la abundancia de muchas poblaciones que puede llevar a su desaparición. Si este proceso se repite lo suficiente puede suponer la extinción de especies.
Gran parte del conocimiento que tenemos de estos declives proviene de la comparación de estimas que describen distribuciones y abundancias de poblaciones y especies a lo largo del tiempo. Sin embargo, los datos necesarios para calcular estas estimas sólo han empezado a tomarse recientemente, en las últimas décadas.
Para cuando estos datos comenzaron a estar disponibles, los impactos de las actividades humanas sobre muchas especies llevaban ya siglos ocurriendo. En otras palabras, la percepción que tenemos de los declives recientes puede ser una mera miniatura de los declives reales.
AUTORES
Miguel Clavero (miguelclavero@ebd.csic.es) es científico titular del CSIC, Alberto Fernández es biólogo, Eloy Revilla es profesor de investación del CSIC. Los tres trabajan en la Estación Biológica de Doñana. Néstor Fernández es investigador científico del German Centre for Integrative Biodiversity Research.