Los últimos hábitats del urogallo en el Alto Sil leonés están siendo sometidos a prácticas silvícolas, como por ejemplo extensos desbroces de matorral, supuestamente en beneficio de la especie. Pero lejos de mejorar esos enclaves vitales para el gran gallo cantábrico, lo que hacen es dañar sus escasas áreas de refugio y alimentación, según varias ONG.
Por Mario Quevedo, Eduardo González y Rolando Rodríguez
Apoyándose en el conocimiento científico disponible sobre la biología del urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus), tres asociaciones conservacionistas -Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, Filón Verde y Geotrupes- han solicitado a la Junta de Castilla y León los informes técnicos en los que se apoyan recientes actuaciones de roza de matorral, en áreas críticas para el urogallo cantábrico o en sus inmediaciones.
Estas actuaciones silvícolas se están llevando a cabo en el Alto Sil leonés y han afectado, al menos, a ocho enclaves que constituyen una importante porción de los últimos reductos en los que aún sobrevive esta especie.
A lo largo de las últimas dos décadas, la Junta de Castilla y León ha promovido la eliminación de más de un centenar de hectáreas de matorral y sotobosque en zonas clave para la conservación del urogallo
AUTORES
Mario Quevedo, Eduardo González y Rolando Rodríguez son miembros, respectivamente, de la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica (PDCC), Filón Verde y Geotrupes.
Correo electrónico
PDCC
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