Por Àlex Aguilar y Asunción Borrell
Lo mismo que dos mil personas, treinta elefantes africanos (Loxodonta africana) o siete diplodocus, eso es lo que pesa una ballena azul (Balaenoptera musculus), el animal más grande que ha existido nunca en el planeta. Si a esta enormidad le añadimos que se trata de un cetáceo de hábitos pacíficos y natación pausada y que, al ser un mamífero, tiene su cuerpo compuesto por apetecible carne y una grasa de elevada calidad, no resulta sorprendente que fuera la especie más perseguida cuando la pesca ballenera moderna arrancó a mediados del siglo XIX.
Hasta aquel momento la persecución de los grandes cetáceos se había realizado desde veleros que transportaban pequeños botes maniobrados a fuerza de brazos y esto protegió a la ballena azul y al resto de rorcuales, pues el cuerpo de estos animales se hundía una vez muertos. En cambio, el cachalote (Physeter macrocephalus), la ballena polar (Balaena mysticetus) y las distintas especies de ballenas francas (género Eubalaena) flotaban después de morir y, por este motivo, los arpones de los balleneros de la época de Moby Dick apuntaron solamente hacia estas especies.
AUTORES
Àlex Aguilar Vila es catedrático de Biología Animal en la Universidad de Barcelona, profesor de biología de la conservación y miembro del Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional. Su trayectoria investigadora se ha centrado en el estudio y la conservación de los vertebrados marinos y, en particular, del impacto que la explotación ballenera ha tenido en las poblaciones de grandes cetáceos.
Asunción Borrell Thió es profesora agregada de Biología Animal en la Universidad de Barcelona. Especializada también en la biología de poblaciones y ecología de grandes vertebrados marinos, principalmente los cetáceos, ha realizado numerosos estudios sobre el impacto de los contaminantes, los requerimientos alimentarios y los efectos de la caza en estos animales.
Correo electrónico:
Àlex Aguilar
aaguilar@ub.edu
Recurso adicional:
Tabla con información sobre las capturas de medio centenar de ballenas azules realizadas en aguas españolas con posterioridad a la protección dictada por la Comisión Ballenera Internacional en 1954.