Por Jorge Tobajas, Rafael Finat, Pablo Ferreras y Antoni Margalida
La carroña puede ser un recurso importante para los depredadores generalistas, al proporcionar un alimento alternativo cuando escasean las presas principales. Sin embargo, también sería una fuente de alimento útil incluso cuando la disponibilidad de las presas habituales es alta, ya que adquirirla requiere escaso esfuerzo y llega a ser muy nutritiva. Por tanto, la abundancia de carroña, especialmente cuando proviene de actividades humanas como la caza o la ganadería, es capaz de influir en la dinámica de los ecosistemas.
Sin embargo, es poco lo que se sabe sobre el papel que representa la carroña para un depredador especialista como el lince ibérico (Lynx pardinus) y su impacto en la ecología y la conservación de esta especie. En un reciente estudio hemos documentado las primeras observaciones de linces ibéricos consumiendo regularmente carroña de ungulados silvestres procedentes de la caza. Los resultados indican que estos restos pueden ser un recurso ampliamente utilizado, explotado y compartido por la mayoría de los linces de una población que también dispone de una alta densidad de conejos.
AUTORES
Jorge Tobajas (Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la Universidad de Córdoba), Rafael Finat (Finca el Castañar, Mazarambroz, Toledo), Pablo Ferreras (Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos / CSIC) y Antoni Margalida (Instituto Pirenaico de Ecología / CSIC).
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