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Anse instala casi trescientas cajas nido para el control biológico de plagas

Ejemplo de refugio artificial para diversas especies de quirópteros en una zona boscosa de Hellín (Albacete).
Viernes 18 de agosto de 2023
El control biológico permite gestionar de forma natural plagas en cultivos, así como reducir la presencia de insectos molestos o peligrosos para la salud pública. En esta línea ha actuado la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse) con la instalación de más de trescientos refugios artificiales para fauna insectívora en varios enclaves de la Región de Murcia.

Texto: Asociación de Naturalistas del Sureste
Fotos: Bartolomé Pérez Romera

Técnicos de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse) han instalado durante los últimos meses casi trescientos refugios artificiales y cajas nido en el marco del proyecto Fluviatilis. La iniciativa pretende aplicar Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) para el fomento de la bioeconomía a través del control biológico, con el fin de mejorar la gestión de plagas en arrozales, huertos y choperas, así como reducir la presencia de insectos molestos o peligrosos para la salud pública, como mosquitos y otros dípteros.

Con la colocación de refugios se pretende favorecer a diferentes vertebrados ligados a los ambientes ribereños de forma que la sociedad obtenga servicios ecosistémicos (en este caso, control de plagas) reduciendo la necesidad de fitosanitarios. Así, se han distribuido hasta la fecha 270 cajas nido para las siguientes especies: 27 para carraca (Coracias garrulus), abubilla (Upupa epops) o autillo (Otus scops); 6 para agateador europeo (Certhia brachydactyla); 56 para carbonero común (Parus major); 28 para herrerillo común (Cyanistes caeruleus); 5 para cárabo (Strix aluco); 3 para mochuelo (Athene noctua) y 145 refugios artificiales de diferentes modelos para murciélagos. A día de hoy, algunas de estas cajas han sido ya utilizadas para la nidificación por las aves objetivo y como refugio por numerosos murciélagos..

Las cajas se han instalado en las riberas y cultivos próximos de los ríos Segura y Mundo, en el tramo comprendido entre los embalses del Cenajo y de Camarillas y el Espacio Natural Protegido del Cañón de los Almadenes.

Apoyo vital del sector agrícola y de las administraciones
La medida se ha puesto en marcha con la participación de agricultores y propietarios de fincas de la zona de actuación, destacando la colaboración del Consejo Regulador de la Denominación de Origen "Arroz de Calasparra", la Confederación Hidrográfica del Segura, la Comunidad de Regantes "El Esparragal", la Fundación Santuario de la Esperanza y el Ayuntamiento de Calasparra. También ha sido decisiva la implicación de voluntarios y escolares en la construcción de algunos refugios. Como medida de compra verde, las cajas han sido producidas por carpinteros locales empleando madera certificada procedente de explotaciones españolas.

Estos refugios son específicos para la barbastela o murciélago de bosque (Barbastella barbastellus). Las de la foto las estaban instalando en Moratalla (Murcia).

El proyecto Fluviatilis comenzó en septiembre de 2022 con el objeto de aumentar la resiliencia de los ríos frente al cambio climático a través de la custodia fluvial, la conservación y la rehabilitación de los ecosistemas riparios. El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU.

Algunos ejemplos de control biológico
• Murciélagos para control de mosquitos, polillas y barrenador del arroz. Una hembra de mosquito durante la lactancia es capaz de consumir entre mil y tres mil mosquitos por noche.
• Pequeñas rapaces (cernícalo, mochuelo, lechuza y cárabo) para el control de roedores y aves granívoras. Por ejemplo, una lechuza en época de cría es capaz de comer entre uno y tres roedores por noche, por lo que tener una pareja de estas aves criando en una finca agrícola podría traducirse en la caza de entre 16 y 18 roedores por noche.
• Pequeñas aves insectívoras (carbonero, herrerillo y agateador) consumidoras de orugas, pulgones y gorgojos. Una pareja de aves insectívoras consume 50.000 orugas en cada temporada de cría.
• Grandes aves insectívoras (abubilla, carraca y autillo) contribuyen al control de insectos de gran tamaño como saltamontes, picudo rojo y cucarachas, entre otros.

Foto de una nidada de carbonero común en el fondo de una caja nido en Calasparra (Murcia).


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