La muestra, fruto de siete años de trabajo del aclamado fotógrafo brasileño, Premio Príncipe de Asturias en 1998, es una llamada de atención a la frágil situación en la que se encuentra esta región amazónica.
Con este trabajo, Salgado capta la grandiosidad de la naturaleza y su relación con doce comunidades indígenas en lugares recónditos de la selva tropical. Lejos de pararse en el horror de la devastación que sufre este espacio natural, el fotógrafo muestra su incomparable belleza y subraya la importancia de preservar tanto el bosque tropical como a sus habitantes.
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