Una planta prepirenaica críticamente amenazada
Miércoles 22 de octubre de 2014
La única población conocida de Borderea chouardii se encuentra localizada en un barranco del
Prepirineo oscense. No obstante, estas pequeñas plantas rupícolas ocupan dos partes distintas
del acantilado rocoso y recientes estudios genéticos han demostrado que existen diferencias
entre ambos núcleos. Una barrera constituida por escasos metros de distancia vertical.
Sin lugar a dudas, Borderea chouardii es una de las especies más emblemáticas de la flora española. Como ya se mencionaba en los números 94 y 134 de Quercus (1, 2), la única localidad conocida de esta pequeña planta rupícola se encuentra en la cuenca del Noguera Ribagorzana, en las inmediaciones de Sopeira (Huesca). Allí vive en las grietas de un acantilado calizo, generalmente en puntos inaccesibles y protegidos de la insolación directa. Los ancestros más recientes de la especie probablemente desaparecieron de las zonas templadas del hemisferio boreal a finales del Terciario, tras la migración de los principales linajes de la familia de las Dioscoreáceas a zonas de clima tropical como consecuencia del enfriamiento causado por las glaciaciones del Plioceno y del Pleistoceno. Sin embargo esta especie y su congénere, Borderea pyrenaica, fueron capaces de resistir los avatares climáticos de las glaciaciones Terciarias y Cuaternarias en ciertas áreas del Prepirineo central que les sirvieron de refugio (3, 4).
Durante la época postglacial, B. chouardii logró sobrevivir hasta nuestros días en uno de estos enclaves, pese al reducido tamaño de su única población remanente y a la competencia con otras especies mejor adaptadas a la colonización de ambientes rupícolas. Esta población, de la cual se han censado unos 1.300 individuos reproductores (5, 6), se halla seriamente amenazada por diversas causas, tanto de origen biológico como humano. El bajo número de individuos y su reducida área de ocupación hacen que sea especialmente vulnerable a posibles catástrofes –por ejemplo, a los incendios– que se produzcan en las inmediaciones de su hábitat.