Por Antonio Javier Plaza
El búho real (Bubo bubo) es una gran rapaz nocturna de fuerte comportamiento territorial y hábitos sedentarios. Se distribuye a lo largo de la Región Paleártica, donde ocupa una amplia variedad de hábitats, desde bosques templados y boreales hasta matorrales mediterráneos y estepas, sin que falte en desiertos arenosos y pedregosos, aunque su hábitat de caza preferido es el campo abierto. Presente en toda la Península Ibérica, su presencia se rarifica en el cuadrante noroeste, el litoral cantábrico, las llanuras manchegas y el valle del Guadalquivir. Según el Atlas de las aves en época de reproducción en España las mayores probabilidades de presencia coinciden con las zonas más térmicas, como el Sureste Ibérico. La Región de Murcia, por ejemplo, con algo más de 11.000 kilómetros cuadrados de extensión, cuenta con entre 200 y 220 parejas, mientras que los 5.800 de Alicante albergan entre 100 y 120 parejas. También cabe destacar la provincia de Granada, que, con sus 12.500 kilómetros cuadrados de superficie, tendría 69 parejas. En la provincia de Almería, también situada en el Sureste Ibérico, todo apunta a que sus cifras podrían ser asimismo altas, aunque los datos son todavía escasos.
Concretamente, en la comarca conocida como Valle del Almanzora se han localizado un total de 53 parejas en una superficie censada de 1.700 kilómetros cuadrados, cifra muy cercana a la que arroja la totalidad de la vecina provincia de Granada, con una superficie diez veces mayor. Los muestreos fueron realizados entre 2022 y 2024 mediante escuchas de vocalizaciones espontáneas y localización de nidos, sin utilizar ningún tipo de reclamo, por lo que cabe esperar que la densidad sea aún mayor, al no haberse podido detectar los ejemplares menos vocingleros. En términos generales, los lugares de las escuchas se eligieron por la idoneidad del hábitat y la abundancia de presas. No obstante, a una escala más pequeña, también se localizaron posaderos con deyecciones y egagrópilas. Finalmente, se tuvo en cuenta la procedencia de ejemplares accidentados recogidos por agentes de medio ambiente de la Junta de Andalucía e incluso testimonios de ciudadanos y naturalistas de la zona. Algunos ejemplares que se detectaron fueron descartados por tratarse de juveniles en busca de territorios adecuados para asentarse.
AUTOR:
Antonio Javier Plaza Bonilla, licenciado en Ciencias Ambientales, es un anillador experto que trabaja como agente de medio ambiente para la Junta de Andalucía.
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