Por Ecologistas en Acción
Una sentencia del Tribunal Supremo ha ordenado que la demolición de la presa de Los Toranes y sus instalaciones hidroeléctricas, situadas en la cabecera del valle turolense de Olba, recaiga en la empresa Iberdrola, una vez extinguida la concesión de la explotación.
La sentencia establece un claro principio jurídico: cuando se extingue cualquier concesión hidroeléctrica, la empresa concesionaria tiene que hacerse cargo de los costes de la demolición de las instalaciones. Esto puede afectar a docenas de presas en los próximos años, lo cual sucede cuando el expediente de extinción de la concesión así lo indica.
En otros casos la administración se hace cargo de la central hidroeléctrica y la opera con gestión pública para mantener en el sistema eléctrico suficiente potencia hidroeléctrica renovable y gestionable.