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¿De qué mueren los osos en la Cordillera Cantábrica?

Oso cantábrico fotografiado en su hábitat del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias (Asturias). Foto: Juan Carlos Muñoz / Adobe Stock.

Estudio de mortalidad basado en más de medio centenar de necropsias

Jueves 31 de octubre de 2024
La población osera de la Cordillera Cantábrica ha pasado de menos de cien ejemplares que sobrevivían a finales de los años noventa a los cerca de cuatrocientos que están censados en la actualidad. Las principales causas de mortalidad de los osos cantábricos en ese periodo de tiempo de más de veinte años han sido analizadas por un reciente estudio basado en el análisis de más de medio centenar de necropsias.

Por Alberto García Rodríguez, Juan F. García Marín, Gloria Herrero, Ramón Balsera, David Cubero y Ana Balseiro

Las poblaciones europeas de grandes carnívoros –osos, lobos, linces y glotones– se han recuperado en las últimas décadas después de haber sido duramente perseguidas. Europa es un continente muy humanizado, donde estas especies tienen que coexistir con las personas y sus actividades. Esto hace que grandes carnívoros y seres humanos se vean obligados a interactuar, conllevando riesgos que pueden comprometer no sólo la conservación de los primeros, sino también el desarrollo socioeconómico de las sociedades humanas.

En este contexto, analizar y entender las causas de mortalidad natural y no natural –es decir, aquella inducida, ya sea de manera intencional o no, por el ser humano– de los grandes carnívoros es clave para desarrollar estrategias de conservación que faciliten la coexistencia y garanticen la recuperación de estas especies y su supervivencia a largo plazo.

La población cantábrica de osos pardos (Ursus arctos) estuvo al borde de la desaparición en los años noventa, cuando se estimaban menos de cien ejemplares. Sin embargo, esfuerzos en su protección –oficial desde 1973– han facilitado que actualmente esté en proceso de recuperación. Se estima que, a día de hoy, unos 370 osos habitan un área de unos 18.000 kilómetros cuadrados que ocupa zonas de Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria.

AUTORES:
Alberto García Rodríguez (investigador postdoctoral), Juan F. García Marín (catedrático), Gloria Herrero García (investigadora predoctoral) y Ana Balseiro Morales (profesora titular) forman parte del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de León.
Ramón Balsera Riesgo es el veterinario del Servicio de Vigilancia y Control de la Biodiversidad del Principado de Asturias.
David Cubero Bausela es el jefe de servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León.

Dirección de contacto:
Alberto García Rodríguez
albertogarciarodriguez1985@gmail.com

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