Cuaderno de campo

Parnasillo

Miércoles 22 de octubre de 2014
Los que ayer fueron bosques y selvas
de agreste espesura,
donde envueltas en dulce misterio

al rayar el día
flotaban las brumas,
y brotaba la fuente serena

entre flores y musgos oculta,
hoy son áridas lomas que ostentan
deformes y negras

sus hondas cisuras.

Ya no entonan en ellas los pájaros
sus canciones de amor, ni se juntan

cuando mayo alborea en la fronda
que quedó de sus montes desnuda.

Sólo el viento al pasar trae el eco
del cuervo que grazna,

del lobo que aúlla.

Rosalía de Castro (1837-1885)
Los Robles