El paíño europeo, víctima ignorada
de la marea negra
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Este mes se cumple el segundo aniversario del hundimiento del Prestige y la crisis
medioambiental que desencadenó parece superada. Pero datos recientes como
los procedentes del seguimiento de una gran colonia de paíño europeo en
el País Vasco nos dan la pista sobre la vigencia de los graves efectos
producidos por la marea negra, aunque no se vean ni se hable ya de ellos.
13 de noviembre de 2002, el petrolero monocasco Prestige se hundió con casi ochenta mil toneladas de crudo. La primera marea negra llegó a las costas gallegas tres días después. Para el 5 de diciembre ya había alcanzado el País Vasco. En los meses siguientes, la llegada del chapapote al litoral cantábrico fue constante, siguiendo el régimen de corrientes y vientos dominantes.
Durante el primer año, en España, Portugal y Francia se recogieron más de 23.000 aves petroleadas, tal y como reflejaron los informes de SEO/BirdLife. Como en una estimación más bien conservadora el porcentaje de aves que aparece en este tipo de catástrofes es de un 10-20%, se puede decir que las afectadas por el crudo del Prestige superarían las doscientas mil.