Afectado por pérdida de hábitat y conflictos
con ganaderos
Jaguar:
el dios americano
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
El jaguar ha sido tradicionalmente un animal mítico en muchas culturas de América. Hoy en día, erradicado el comercio internacional de sus pieles, no parece especialmente afectado por amenazas que comprometan su futuro a escala global. Sin embargo, en algunas zonas, la pérdida de hábitats, la escasez de presas silvestes y –en buena medida debido a lo
anterior– los conflictos con ganaderos
pueden convertir al mayor felino americano en víctima de extinciones locales.
Pocos animales producen tanto miedo y admiración en América como el jaguar (Panthera onca). Abundan los relatos de exploradores como Alexander von Humboldt o Félix de Azara, que a principios del siglo XIX hacían referencia a la fuerza y agilidad de este animal. A lo largo del tiempo y en muchas zonas boscosas, el felino ha compatido hábitat con el hombre, que le ha hecho merecedor de un lugar destacado en la cultura tradicional. Los príncipes mayas vestían sus pieles y hoy en día algunas etnias siguen usando éstas en ritos ceremoniales, así como colmillos y garras para protegerse de los malos espíritus.
Los especialistas no se ponen de acuerdo a la hora de ubicar el origen del jaguar. Para unos procede de P. augusta, un félido gigante que hace entre 100.000 y 1.600.000 años vivió en América del Norte, pero otros afirman que ambos convivieron. El jaguar o su antepasado más directo debió llegar al Nuevo Mundo a través del estrecho de Bering, a finales del Terciario o principios del Cuaternario, y luego se expandió hacia el sur por el istmo de Panamá. De hecho, en varios yacimientos europeos y asiáticos se han encontrado restos fósiles de P. gombaszoegensis, especie del Pleistoceno muy parecida a P. augusta.