Radiografía de la población de corzo en el Parque Natural de Peñalara

El corzo (Capreolus capreolus) se encuentra ampliamente distribuido por toda Europa. Desde los Urales rusos hasta las sierras béticas de Grazalema y Ronda, está presente de forma continua en cualquiera de los muchos hábitats que le son favorables. En las penínsulas mediterráneas, el patrón de distribución se caracteriza por la fragmentación y una densidad menor en las zonas más meridionales.

A escala ibérica, la presencia más estable y numerosa se da en todo el norte, desde Galicia hasta Pirineos, donde se han localizado las mayores densidades, entre quince y veinte animales por kilómetro cuadrado. Las poblaciones se distribuyen de forma continua y en los últimos años colonizan nuevos territorios. En los Sistemas Ibérico y Central se sitúa un área de distribución homogénea, en plena expansión, que supera la comarca salmantina de Las Batuecas por el oeste y la Serranía de Cuenca por el este.

Los Montes de Toledo presentan un panorama menos halagüeño, con núcleos dispersos y aislados, principalmente en propiedades privadas en las que se fomenta un producto cinegético en teoría más rentable, el ciervo (Cervus elaphus). En el sur, después de un grave retroceso en el último siglo, se mantienen poblaciones en provincias como Cádiz, Málaga, Córdoba, Jaén o Sevilla, aunque con densidades bajas comparadas con el resto del país. Salvo excepciones puntuales como la sierra de Grazalema y Los Alcornocales, no suelen subir de dos ejemplares por kilómetro cuadrado.