Incendios, parques eólicos y abusos ganaderos gravitan sobre este reducto gallego de biodiversidad
Brañas de Xestoso: una turbera protegida, aunque amenazada
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
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Brañas de Xestoso, con matorral de tojo y brezo en primer plano, en 2004, cuando este sector aún no estaba destruido a favor del pastizal. |
Las brañas gallegas de Xestoso pueden servir de ejemplo de la suerte, más bien mala, que corren las turberas, uno de los hábitats de mayor singularidad ecológica y valor científico con los que contamos. El amparo de la red europea Natura 2000, a través de un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), no ha impedido el impacto de las actividades humanas sobre este reducto de naturaleza excepcional en el norte de la provincia de Pontevedra.
Texto y fotografías: Francisco Azurmendi, Toño Barbeito y Damián Porto
Conviene comenzar aclarando que el término braña es de uso habitual en Galicia y Asturias. Se trata una forma antigua de origen discutido, con dos acepciones en el diccionario. Una la define como prados situados en lugares altos. Son zonas caracterizadas por el anegamiento de parte del terreno y, en muchas ocasiones, por la presencia de vegetación de turberas, con especies capaces de soportar la falta de oxígeno y períodos de inmersión total o parcial.
La segunda acepción habla de poblados estivales de pastores o vaqueiros de alzada. Nos remite al uso tradicional de estos espacios desde el Neolítico: el aprovechamiento a favor del ganado en régimen extensivo. No deja de ser una curiosa antítesis el hecho de que esta actividad, que ha dado nombre y sentido a las brañas, se haya convertido hoy en una de las mayores amenazas para éstas.
En la propuesta de Galicia a la red europea de espacios protegidos Natura 2000, la mayoría de los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) no costeros contiene hábitats turbosos, en buena parte considerados como de protección prioritaria para la Unión Europea: turberas de cobertor como las de la sierra del Xistral, turberas altas como las de Ancares, Monte Faro o éstas de Xestoso y turberas bajas como las de Parga-Ladra-Támoga.