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El seguimiento vía satélite detecta poblaciones interconectadas

Águila perdicera: hacia una estrategia de conservación global

Por Luis Cadahía, Pascual López, Vicente Urios, Juan José Negro y Álvaro Soutullo

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Águila perdicera: hacia una estrategia de conservación global
El seguimiento vía satélite de águilas perdiceras en dispersión juvenil, apoyado por estudios genéticos, ha confirmado que estas rapaces no siempre retornan a su área natal para reproducirse y que poblaciones distantes entre sí están interconectadas. Estos resultados apoyan la necesidad de una estrategia de conservación conjunta y global para la especie en España, su gran reservorio europeo.
El águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), recientemente clasificada como Aquila fasciata de acuerdo a dos estudios genéticos coincidentes (1) que la relacionan con águilas reales (A. chrysaetos) e imperiales (A. adalberti), es una especie estratega de la K, ecológicamente hablando. Es decir, tiene una vida larga, caracterizada por bajas tasas de mortalidad adulta y fecundidad (no suele superar los dos pollos por pareja).

Catalogada como "En peligro" en el Libro Rojo de las Aves de España, el águila perdicera ha sido objeto de un censo a escala estatal durante 2005. Según este trabajo, la población actual de la especie en nuestro país se estima en un mínimo de 733 parejas reproductoras y un máximo de 768 (2), en una horquilla que es resultado de las diferencias de precisión con la que se ha llevado el censo en las comunidades autónomas. Estas cifras representan un 70-80% de la población europea, para la que se dispone de una estimación de 920-1.100 parejas (3).

Desde una perspectiva mundial, la población total oscilaría entre los diez mil y los cien mil ejemplares (4), aunque en este caso la fiabilidad de los datos disminuye notablemente debido a las carencias informativas en algunos países. Se asume que el grado de conocimiento del estatus de la especie disminuye según un gradiente de oeste a este en su área de distribución, que abarca las regiones Paleártica, Indomalaya y, marginalmente, Afrotropical.
Su distribución en el Paleártico Occidental es fundamentalmente circunmediterránea. Comprende la península Ibérica, que es su mayor baluarte europeo, el sureste de Francia, el noroeste de África y núcleos menores en Italia, la antigua Yugoslavia, Grecia, Chipre, Turquía e Israel. Por lo tanto, nos encontramos en el extremo occidental de su rango geográfico.
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