Los pescadores apuestan por un cambio de rumbo

La pesca se encuentra frente a una crisis sin precedentes, tanto desde el punto de vista ecológico como socioeconómico, con más del 80% de las pesquerías europeas agotadas o en declive, entre ellas la de bacalao, atún rojo o anchoa.

Aun así, vemos con optimismo el cambio de mentalidad que experimenta el sector pesquero de bajura en España. De hecho, un buen número de cofradías y organizaciones del sector están implicadas en la creación de reservas, la mejora de los planes de gestión y la promoción de la certificación pesquera según los estándares del Marine Stewardship Council (MSC).

A imagen y semejanza del FSC en cuanto a bosques, el MSC nació en 1997 con el apoyo de WWF y se ha convertido en el sistema más riguroso para evaluar la sostenibilidad de las pesquerías en el mundo. Es el primero en cumplir íntegramente las directrices de la FAO, por lo que aporta una garantía de sostenibilidad para el consumidor.

La labor de las comunidades pesqueras en favor de la pesca sostenible y la conservación de los océanos es clave y, en estos momentos, empieza a ser esperanzadora. Esta actitud legitima al sector frente a la sociedad, que les ha cedido el derecho de explotar la mayor parte de los recursos marinos.