LA FIRMA QUÍMICA DE LAS PLUMAS PERMITE SEGUIR A LA PARDELA CENICIENTA
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
La migración de la pardela cenicienta ha sido seguida en el océano Atlántico mediante el análisis químico de las plumas, según un novedoso estudio publicado el 22 de julio en PloS ONE (vol.4, nº 7). Para ello, los autores se basaron en la huella biogeoquímica de las masas oceánicas y analizaron la proporción de diferentes isótopos y de la concentración de elementos pesados en las plumas.
“Es como una firma química en los tejidos biológicos" explica Jacob González-Solís, uno de los autores, junto a Raül Ramos y Xavier Ruiz, de la Universidad de Barcelona, Daniel Oro, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea), de Mallorca, y John P. Croxall, del British Antarctic Survey.
Los expertos han detectado que las plumas secundarias, que crecen durante el invierno, son un reflejo eficaz de la firma isotópica de la zona de invernada. En cambio, las primeras plumas primarias, crecidas al final de la reproducción, reflejan las firmas isotópicas de las áreas de cría.
“Esta técnica de los trazadores biogeoquímicos podría aplicarse no sólo en aves marinas migratorias, si no también en otros organismos que hacen grandes desplazamientos en océanos, como atunes, tiburones, tortugas o delfines, tan sólo analizando los isótopos de una pequeña muestra de sus tejidos”, afirma González-Solís.