www.revistaquercus.es

ALSACIA, DESTINO NATURALISTA

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
En el centro de Europa, la región francesa de Alsacia, se configura como un perfecto destino para ornitólogos y amantes de la naturaleza en general. Con el río Rin como protagonista, estas tierras hacen gala de diversos hábitats en los que la observación de aves dará más de una satisfacción al viajero.
La región francesa de Alsacia, compuesta por los departamentos de Alto y Bajo Rin, está situada en el corazón de Europa, separada de Alemania, a lo largo de su lado oriental, por el río que determina su carácter y su paisaje. Perteneció a Alemania hasta la II Guerra Mundial y pasó a integrarse en Francia acabada la contienda. Por ello, los topónimos suenan claramente germánicos y la lengua regional, el alsaciano, es una variante del alemán.

Es una región predominantemente agrícola y ganadera, que explota sus bosques racionalmente. Aunque la mayor parte de su extensión la ocupan tierras bajas y fértiles, en el amplio valle del Rin, a medida que aumenta la distancia con el río, hacia el oeste, se hacen más evidentes las elevaciones del terreno, culminando en la cadena montañosa de los Vosgos, y hacia el sur, en el Jura, macizo compartido con Suiza. El clima es continental, con un invierno largo y frío pero con un verano cálido que beneficia la buena producción de los famosos viñedos ryesling, situados en las zonas xerófilas del centro y norte.

La variedad de biotopos que se pueden disfrutar en Alsacia es amplia. La mayoría de las zonas húmedas tienen alguna relación con el gran río, en forma de remansos, pero sobre todo están formadas por antiguos meandros, que ahora son lagunas de poca profundidad. También es frecuente otro tipo de humedal, que lleva en francés el nombre de ried, amplias planicies situadas a lo largo del amplio valle, surcadas por infinidad de arroyos y ríos, como el Ill, que en verano dan unos pastos excelentes pero que se inundan la mayor parte del año formando láminas de agua muy atrayentes para las aves.

En muchos casos, las áreas inundables están cubiertas por bosques caducifolios, repletos de una rica fauna. Los bosques son abundantes y extensos, tanto en las tierras bajas como en las laderas de las cordilleras, y están formados principalmente por hayas (Fagus sylvatica), robles (Quercus pubescens, robur y petraea), abedules (Betula pendula), tilos (Tilia cordata), fresnos (Fraxinus excelsior) y otras especies caducifolias que en las zonas altas son sustituidas gradualmente por las coníferas, fundamentalmente por la pícea (Picea abies).

Por encima del bosque hay hábitats de montaña, potenciados por la continentalidad de la zona. En los Vosgos, la foresta da paso a praderas subalpinas que llegan hasta el borde de los roquedos y los lagos formados por antiguos glaciares. El Jura es de menor altitud –el Raemelsberg es la máxima altura, con 831 m–, y lo constituyen formaciones calcáreas, orientadas de oeste a este; las praderas se explotan con mayor facilidad y los cortados rocosos son menos frecuentes.




¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios