LAS POBLACIONES ESPAÑOLAS SE ENCUENTRAN CASI RESTRINGIDAS A LOS PICOS DE EUROPA
Bacante: una mariposa ligada a las prácticas agrarias tradicionales
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Ejemplar de bacante (Lopinga achine) sobre una planta del género Chaerophyllum (foto: Georges Verhulst). |
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Los beneficios ambientales de las labores tradicionales del campo se han convertido en un argumento recurrente en conservación de la biodiversidad. Pero, ¿cómo favorecen a especies y comunidades? Una mariposa diurna, la bacante, y la crisis de la ganadería de montaña en los Picos de Europa brindan un ejemplo muy ilustrativo.
por Amparo Mora y Georges Verhulst
Debió de ser en 2003, al poco de llegar yo al Parque Nacional de los Picos de Europa como bióloga, cuando conocí a Georges Verhulst. El pobre estaba harto de buscar eco en alguna persona del parque. Georges y su hermano Joseph pedían autorización todos los años desde ni se sabe para poder capturar mariposas y estudiarlas. Puntualmente enviaban sus informes, nos deseaban felices fiestas (siempre los enviaban por Navidad) y aprovechaban para pedir una nueva autorización para el año siguiente.
La historia de Georges es una historia bonita. Él y su hermano son belgas. Sus respectivas mujeres, Marta y Adelaïda, también son hermanas, emigrantes españolas que llegaron a Bélgica cuando tenían unos doce años, originarias de Tornín (Asturias), un pueblo a orillas del Sella, a tan sólo unos pocos kilómetros de Cangas de Onís. Allí sigue viviendo el padre de ellas y cada verano, desde hace más de treinta años, Georges y su hermano pasan temporadas en Tornín, durante las cuales aprovechan para profundizar en el estudio de las mariposas de Picos. Georges es un hombre-orquesta: ex comercial de banca prejubilado, ex futbolista profesional, corredor de maratones, ciclista y, por supuesto, naturalista; gran conocedor de las mariposas y experto en su cría. Visitar a Georges en Tornín es un espectáculo, tiene docenas de macetas con redes y orugas, crisálidas o mariposas adultas que cría y observa. Además, tiene una gran vocación divulgativa y es muy buen comunicador, por lo que siempre está dispuesto a enseñar sus fotografías y sus ejemplares, así como a compartir con los demás sus conocimientos.
El caso es que allá por 2003, como cada verano, Georges fue a la oficina del parque para saludar al personal y nos conocimos. Yo era la bióloga joven que había llegado nueva y lo que me explicó me pareció muy interesante. Me di cuenta de que Georges buscaba alguien que le apoyara en sus intereses desde el Parque Nacional. Salí con él y con su hermano de excursión al campo y estuvimos buscando y finalmente observando una mariposita endémica de la Península, la morena española (Aricia morronensis) cuya planta nutricia es Erodium glandulosum. Yo, de aquella, estaba poseída fotografiando las plantas. Me había comprado mi primera cámara digital con ese propósito. Así que me pareció un pestiño la búsqueda de la mariposa y pensé que aquellos hermanos estaban un poco obsesionados con su afición.