DESCUBIERTOS HÁBITATS PROFUNDOS DE ALTO INTERÉS NATURAL EN EL GOLFO DE CÁDIZ
Fauna marina de los volcanes de fango en aguas gaditanas
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Bivalvo de la familia Solemydae entre los sedimentos cargados de gas del volcán Anastasya (foto: Miguel García-Muñoz). |
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Los únicos volcanes de fango que se conocen en aguas españolas se encuentran situados en el golfo de Cádiz y en el mar de Alborán, entre los 350 y los 1.100 metros de profundidad. Las emisiones de sedimentos y gases dan lugar a peculiares estructuras y hábitats, donde se asientan diferentes comunidades de invertebrados marinos que van cambiando según las sucesivas fases de formación de cada volcán.
por Alejandra Fernández, José L. Rueda, Emilio González, Carlos Farias,
Luis Miguel Fernández y Víctor Díaz del Río
Los hábitats marinos profundos, así como sus comunidades animales asociadas, se conocen lógicamente peor que aquellos situados más cerca de nuestras costas. No sólo resultan menos accesibles, sino que la infraestructura y el material necesario para estudiarlos requieren inversiones mucho más costosas. Pero esos fondos marinos profundos albergan comunidades vivas que están adaptadas a unas condiciones ambientales muy peculiares. La profundidad, la disponibilidad de alimento o la depredación, las características del sustrato, las corrientes de fondo o las emanaciones de fluidos cargados de metano pueden promover la presencia de un tipo u otro de comunidad, al igual que ocurre en las zonas costeras. Desgraciadamente, estas comunidades profundas están también sometidas al imparable aumento de los impactos humanos, fundamentalmente ligados a la pesca de arrastre y a la minería. Así pues, es preciso conocer mejor su importancia a diferentes escalas para proponer medidas de gestión sostenible apoyadas en criterios científicos.
Al igual que ocurre en el medio terrestre, es posible encontrar relieves prominentes a esas profundidades, tales como cordilleras, fosas, depresiones, montes y colinas, llanuras e incluso volcanes. En el caso de los volcanes, pueden formarse asimismo en el lecho marino, ya sea por erupciones de lava o por emisiones de fango ligadas al ascenso de gases y material arcilloso que se encuentra confinado a gran presión en el subsuelo. Un volcán de fango puede formar montículos que van desde los dos o tres metros hasta decenas e incluso centenares de metros de altura (1). Los volcanes de fango son parte integrante del paisaje terrestre en diferentes países (Ucrania, Rusia, Indonesia, Irán, Pakistán), pero también pueden encontrarse en el medio marino (golfo de México, Japón, Noruega, mar Mediterráneo). Los únicos conocidos dentro de nuestro territorio se encuentran en los fondos marinos del golfo de Cádiz y, más recientemente, han sido localizados también en el mar de Alborán.