El principal productor de coltán es la República Democrática del Congo, que posee el 80% de las reservas mundiales. Su exportación de contrabando está ayudando a financiar a las facciones locales rivales implicadas en la llamada Segunda Guerra del Congo, que se inició en 1998 y ya ha causado más de cinco millones de muertos. Determinadas empresas de Alemania, Estados Unidos, Bélgica, China y Kazajistán son las grandes compradoras de coltán.
Aparte del atroz número de víctimas humanas, esos conflictos están teniendo un gran impacto sobre las poblaciones de gorilas, chimpancés y bonobos, que son cazados tanto por los guerrilleros como por la población civil, forzada a refugiarse en los bosques donde viven dichos primates y a deforestarlos para usar la madera como combustible. El uso principal del coltán es la fabricación de móviles, entre otros dispositivos electrónicos. Para contribuir a la campaña del Instituto Jane Goodall contra esta explotación minera, los móviles inservibles pueden depositarse en National Geographic Store (Gran Vía, 74; Madrid). Más información, en
www.movilizateporlaselva.org