Rastreo de una población de nutrias costeras en Galicia

Una lluvia ligera cae sobre la costa de Lugo. Un pequeño cetáceo, difícil de identificar debido a su avanzado estado de descomposición, ha sido arrojado a la playa hace días y un ratonero invernante se ha estado alimentando de él, dejando una incisión circular y un excremento blanco sobre el cuerpo medio podrido. También un zorro ha aprovechado esa fuente de proteínas que obsequia el Cantábrico. El rastro del cánido se ha impreso perfectamente en la arena junto a la carroña.

Más adelante, la playa muestra el largo rastro de un gran macho de nutria paleártica. Está formado por agrupaciones de cuatro huellas separadas entre sí, oblicuas respecto al sentido de la marcha, que reflejan el típico galope lateral de estos mustélidos. Las huellas correspondientes a su mano derecha tienen un defecto peculiar que permite identificar a su autor: el dedo III de la mano derecha no se imprime nunca a la misma profundidad que los demás en la arena blanda. Casi no lo hunde y apenas queda impreso, como se aprecia en el recuadro de la página siguiente. Las nutrias se agarran al terreno de una forma muy característica y suelen dejar una impresión profunda de los dedos, así que esta lo debe tener roto o deforme. Se trata de Fran, el ejemplar que regenta el territorio. Hago un molde de escayola de la impresión de las cuatro extremidades antes de que la lluvia acabe por borrar el rastro. Las gotitas se depositan sobre la escayola que fragua, pero ya sin mayor efecto. Acabo de registrar la tercera observación segura del mismo ejemplar en dos meses.

Escenario natural
Las nutrias costeras ibéricas son poco conocidas y apenas hay estudios publicados sobre las interesantes poblaciones litorales de este mustélido (1). No obstante, la presencia de nutrias en las costas gallegas es conocida desde antiguo, como se colige de sus frecuentes avistamientos e incluso de algunos topónimos. Por ejemplo, la Cova da Lontra, en Tirán (Vigo), que se encuentra en un acantilado marino, bajo la iglesia románica de San Juan. Se dice que en esta cueva vivía una nutria (lontra) que destruía los aparejos de los marinos y se comía a la gente. Otro topónimo alusivo a las nutrias es As Lontreiras, zona litoral rocosa junto al faro de la isla de Sálvora, dentro del Parque Nacional de las Islas Atlánticas.