Desde mediados de los años setenta se vienen recogiendo datos sobre el estado de las poblaciones de mariposas, primero en el Reino Unido y poco a poco en otros países europeos. Al analizar esta ingente cantidad de información ha podido constatarse que la mayoría de las especies están en declive y que el cambio climático ha alterado sus áreas de distribución.
por Miguel L. Munguira, Constantí Stefanescu, Chris van Swaay, José Miguel Barea-Azcón, Ruth Escobés,
Fernando Jubete, Yeray Monasterio, Amparo Mora y David Paz
En julio de 2013 la Agencia Europea de Medio Ambiente publicó un informe en el que esbozaba un escenario preocupante para las mariposas. Los resultados fueron dados a conocer en medio millar de medios de comunicación, incluidos los de nuestro país, y se reflejaron también en las páginas de esta revista. Según dicho estudio, que reúne datos de 19 países, las mariposas que habitan en las praderas europeas han sufrido un sostenido declive. Pero, ¿cómo hemos llegado a este resultado?
Miles de aficionados y profesionales han intervenido en el acopio de datos sobre abundancia de mariposas que comenzó en 1990, aunque algunos planes de seguimiento se iniciaron mucho antes. Los trabajos de este gran colectivo son coordinados por la organización Butterfly Conservation Europe (BCE), en la que España participa gracias a un programa que se inició en Cataluña en 1994.
Desde el primer programa de seguimiento de mariposas (Butterfly Monitoring Scheme, o BMS), desarrollado en el Reino Unido en 1976, esta actividad se ha expandido por todo el continente y actualmente participan en él 19 países, aparte de algunos otros que acaban de comenzar o planean arrancar en un futuro próximo. En total, estos programas agrupan los resultados de más de 3.500 transectos, muestreados principalmente por voluntarios que recorren cada año más de 40.000 kilómetros. Es decir, la distancia equivalente a ¡una vuelta alrededor del mundo! El principal objetivo es recopilar datos que nos orienten sobre la situación y las tendencias de las poblaciones de mariposas a lo largo del tiempo.
Del recuento de mariposas al indicador europeoTodo comienza contando mariposas. ¿Qué puede resultar más agradable que salir con tiempo soleado y agradable a observar mariposas? Es algo parecido a un placentero paseo, pues cada transecto viene a cubrirse en alrededor de una hora. Deben identificarse y contarse todas las mariposas que se detecten a 2’5 metros a izquierda y derecha del observador, así como a 5 metros por delante y a otros 5 por encima. En otras palabras, el espacio que cabría en un cubo imaginario de cinco metros de lado. Los recuentos tienen lugar desde marzo-abril hasta septiembre, según el clima de cada región. El número de visitas varía desde una semanal en el Reino Unido, los Países Bajos y Cataluña, hasta las entre tres y seis anuales que se organizan en Francia.
HemerotecaQuercus 324 (febrero 2013)
Ref. 5301324 / 3’90 • Mariposas diurnas de Sierra Nevada. José Miguel Barea y otros autores.
Quercus 264 (febrero 2008)Ref. 5301264 / 3’90
• El valor de las microrreservas como santuarios de mariposas. Juan López Pajarón y otros
autores.• La sierra de Ayllón, área importante para las mariposas. Juan Carlos Vicente y Beatriz Parra.
Quercus 184 (junio 2001)Ref. 5301184 / 3’90
• La conservación de mariposas diurnas en espacios protegidos. Javier Carrión y Miguel L.
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