Conscientes del gran número de animales pertenecientes a especies protegidas autóctonas que es mantenido en cautividad por particulares, la asociación Amus, desde su centro de recuperación de fauna silvestre de Villafranca de los Barros (Badajoz), ha iniciado la campaña “Mascotas prohibidas” gracias al apoyo de la Fundación Biodiversidad.
En Badajoz, una provincia muy rural, estos casos son frecuentes, hasta el punto de que existen especies diana como lechuzas, cernícalos, mochuelos, ratoneros y milanos. Más de un 20% de las entradas de fauna en el hospital de animales salvajes de Amus es atribuible a este hecho. Otro problema es la adquisición de fauna exótica (cotorras, galápago de Florida e iguanas, entre otros animales) que pueden provenir del tráfico ilegal y cuya liberación o escape puede representar un importante problema para los ecosistemas naturales y para las especies nativas.
El objetivo de “Mascotas prohibidas” es sensibilizar a la población respecto a la tenencia ilegal de animales salvajes autóctonos y exóticos. También se buscará la colaboración de los profesionales del sector (tiendas, clínicas veterinarias, colegios y oficiales de veterinarios), ayuntamientos y agentes de la autoridad (Seprona, agentes de medio ambiente y policía local). Para ello, toda una batería de acciones didácticas, formativas y divulgativas serán puestas en marcha. Más información, en
www.amus.org.es