www.revistaquercus.es

La atractiva viborera

La viborera (Echium vulgare) es una destacada planta melífera, capaz de atraer a numerosos insectos gracias al llamativo color de sus flores y al alto contenido en néctar que atesoran.
La viborera (Echium vulgare) es una destacada planta melífera, capaz de atraer a numerosos insectos gracias al llamativo color de sus flores y al alto contenido en néctar que atesoran.
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Las llamativas flores de la viborera tiñen de púrpura y morado los terrenos baldíos de las ciudades. El comienzo de la floración coincide con una auténtica avalancha de insectos polinizadores, que acuden atraídos por su abundante néctar.

Por J. Ramón Gómez
Tras la pausa del invierno, los días primaverales, más largos y de suaves temperaturas, devuelven su frenética actividad al reino vegetal. Pero no sólo en el campo. En las grandes ciudades también se aprecia la llegada de la nueva estación, sobre todo en esos espacios semiabandonados que nunca faltan, retales verdes dispersos aquí y allá. Gracias a descampados y solares, el hastiado urbanita despierta de su letargo y percibe tan importante cambio de ciclo. Así que esos verdes retazos, que hasta hace un mes pasaban desapercibidos, se llenan de color y de vida de golpe y porrazo. Una cercana naturaleza que, aunque ignorada y hasta despreciada, insiste en ocupar los lugares olvidados por el hombre. Y es que cualquier pedazo de tierra, por pequeño que sea, se ve inevitablemente contagiado por la energía de la primavera.

Por esos acosados microespacios –alcorques, cunetas, descampados, eriales– se introduce un amago de rebelión, un atisbo de biodiversidad a la que deberíamos prestar un poco más de atención. Son, además, unos lugares perfectos para desarrollar programas educativos, en complicidad con nuestras hierbas vecinas. Aunque algunos escépticos lo pongan en duda, hay mucho que aprender y que enseñar sobre estas plantas cercanas que se desarrollan tenazmente en los suelos urbanos. Es milagroso que, a pesar de encontrarse aisladas por innumerables infraestructuras, acosadas por la contaminación y el asfalto, sean capaces de resurgir cada año. Precisamente aquí, recreándose en el abandono, es donde podemos encontrar a la llamativa viborera (Echium vulgare), entre una algarabía de impacientes invertebrados.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (1)    No(0)

+
0 comentarios