Informe
El lobo en la Comunidad de Madrid y el papel de los agentes forestales
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Dos agentes forestales proceden al levantamiento del cadáver de un lobo en la Comunidad de Madrid (foto: José Antonio Vallejo). |
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Ante el reciente asentamiento como reproductor del lobo en la Comunidad de Madrid, los agentes forestales explican el trabajo que realizan en las zonas de la región donde se está moviendo actualmente el cánido silvestre: seguimiento de manadas, inspección de daños al ganado, vigilancia contra el furtivismo y tareas de información y educación ambiental.
Por Pilar Arrontes, Fernando Gallego y Alfredo Espinosa
El lobo ibérico ha recolonizado recientemente territorios de la Comunidad de Madrid situados en la vertiente meridional de la sierra de Guadarrama, en la comarca conocida como la Sierra Norte. Los grupos reproductores de lobos situados al sur de la provincia de Segovia habían permitido ya ciertos años el flujo y paso de algunos ejemplares hacia territorio madrileño. Sin embargo en los últimos cuatro años se ha podido constatar el establecimiento de al menos un grupo familiar.
La importancia de este proceso natural de expansión radica por un lado en el papel de la sierra de Guadarrama como corredor ecológico: permitiría unir poblaciones loberas muy distanciadas, al servir de nexo de unión entre las estribaciones montañosas del Sistema Ibérico, al norte, y Castilla-La Mancha, al sur. Por otro lado, supone que el lobo logra asentarse en la submeseta sur, con un hábitat potencial óptimo de más de 150.000 hectáreas solo en la Comunidad de Madrid. Esto se explica porque en nuestra región, pese a estar tan habitada, la densidad de población humana está repartida de manera muy desigual y en la Sierra Norte es muy baja. Si le sumamos una alta densidad de ungulados silvestres, una numerosa cabaña ganadera en régimen extensivo y ecosistemas naturales relativamente bien conservados, tenemos condiciones muy adecuadas para que el lobo se establezca.
Además, parte de dicho territorio ha quedado incluido dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, recientemente declarado. Se trataría del segundo parque nacional español que alberga poblaciones de lobo ibérico (junto con Picos de Europa).