El rabilargo parece haber establecido una población reproductora en Torrevieja

El rabilargo (Cyanopica cyanus) siempre ha planteado incertidumbres a la ornitología. Su distribución en dos núcleos separados por más de 8.000 kilómetros, uno en el sudeste de Asia (Siberia oriental, Japón, Corea y China) y otro en la península Ibérica (Portugal y España), suscitó no pocas hipótesis para explicar tal hecho, incluida la popular leyenda, perpetuada hasta la actualidad por su atractivo, de que la población ibérica fue originada por ejemplares escapados de sus jaulas, que traían de vuelta marineros portugueses y españoles en el siglo XVI. Los científicos achacaron tal distribución disyunta al empuje de las glaciaciones del Pleistoceno, que acantonaron a los rabilargos en esas dos regiones tan distantes. Estudios genéticos de ambas poblaciones (1, 2) y la aparición de restos fósiles en una cueva de Gibraltar (3) parecen confirmar tal hipótesis.

Distribución en España
La población española de rabilargos se extiende por el cuadrante suroccidental, entre el Duero y el valle del Guadalquivir. Las provincias de Cuenca y Albacete marcarían el límite oriental. Además, existen poblaciones aisladas en las provincias de Málaga, Córdoba y Granada; de hecho, no es raro encontrar rabilargos en el pinar de subida a la Alhambra. Pero, como bien saben los aficionados a la ornitología, son continuas las citas de individuos fuera de su área de distribución habitual. Ferrer (4) señala su presencia eventual en el cuadrante noreste peninsular (4), aunque con muy escasa frecuencia. Al parecer, el rabilargo practica cierta dispersión postnupcial, además de movimientos erráticos durante el otoño y el invierno.

Autores: Juan Antonio Pujol trabaja como biólogo en el Ayuntamiento de Torrevieja. Antonio Sáez es fotógrafo de naturaleza y educador ambiental.