En 1994 se lanzó en este municipio turolense un proyecto agroforestal modélico
Monreal del Campo: veinte años recuperando el monte
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Voluntarios plantan sabinas en una parcela agroforestal de Monreal del Campo (Teruel) dedicada a cereal (foto: Raquel Sánchez Izquierdo y Julio Sánchez Plumed). |
lunes 27 de octubre de 2014, 11:06h
Hace veinte años se inició en Monreal del Campo (Teruel) un proyecto de recuperación agroforestal llamado a hacer historia. Gracias a la labor vecinal de un pueblo aragonés preocupado por su patrimonio natural, hoy su monte público luce con merecido orgullo todo un valioso mosaico de setos, dehesas y bosquetes.
Por Raquel Sánchez Izquierdo y Julio Sánchez Plumed
Al igual que la mayoría de los montes del Valle del Jiloca, el monte “La Dehesa”, de Monreal del Campo (Teruel), cuya vegetación original eran la encina, el quejigo y la sabina albar, sufrió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX intensas roturaciones y casi la totalidad de sus mil hectáreas fue puesta en cultivo.
Posteriormente, tras el éxodo rural de los años cincuenta, la parte alta del monte, de orografía más acusada, se repobló con varias especies de pino. Al mismo tiempo se mantuvieron en cultivo unas cuatrocientas hectáreas de terreno más suave y de mayor calidad agronómica, divididas en parcelas de una hectárea y adjudicadas a los vecinos de la localidad.
En los años noventa se llevó a cabo la concentración parcelaria de la mayor parte del término municipal, unas cinco mil hectáreas de fincas particulares de secano. Quedaron sin concentrar la zona de vega del corredor del río Jiloca y las parcelas número de agricultores seguía bajando y cada uno arrendaba varias parcelas, pedían una nueva concentración para mejorar su rentabilidad.