En su informe Dobris de 1999, la Agencia Europea de Medio Ambiente identificaba seis paisajes agrícolas en Europa que consideraba necesario proteger por sus valores ambientales, históricos y culturales. Al conjunto de estos paisajes se le bautizó bajo el nombre español de “Huerta”. Dos de ellos se localizaban en nuestro país: la Huerta de la Vega del Segura, en la Región de Murcia, y la Huerta de Valencia.
Quince años después, la Huerta de Valencia (en adelante L’Horta, nombre original en valenciano) ha perdido más del 20% de su superficie, como consecuencia del boom inmobiliario de las pasadas décadas, y sus poblaciones de aves han seguido el mismo camino. Para recuperar una de las más emblemáticas de la zona, desde la Societat Valenciana d’Ornitologia (SVO) nos hemos puesto a trabajar en favor de la lechuza común.
Esta rapaz nocturna ha experimentado un fuerte declive desde la segunda mitad del siglo XX por la transformación del paisaje agrícola, el uso indiscriminado de raticidas, los atropellos en carretera y la desaparición de lugares donde nidificar ante la rehabilitación de edificios antiguos.