Cualquier aficionado a pasear por la playa después de una tormenta o a bucear entre las rocas de la costa, se habrá fijado en la morfología de una estrella de mar. Su cuerpo se divide en cinco partes iguales. Los zoólogos denominan a esta forma “simetría radial de tipo pentámera” y no es una característica exclusiva de las estrellas de mar, sino que también aparece en varios grupos de animales como los erizos de mar, los crinoideos y las holoturias o pepinos de mar. Todas estas criaturas pertenecen al filo de los Equinodermos, animales cubiertos por espinas y con una simetría pentámera. Lo curioso es que genéticamente los equinodermos están muy relacionados con otros animales que en nada se parecen por su forma corporal, ya que son bilaterales, como los hemicordados o los vertebrados. Todos ellos pertenecen al gran grupo de los deuteróstomos y su cuerpo se divide en dos partes iguales, de ahí su descripción como “bilaterales”.
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