Naturalistas durante una espera de lobo en la sierra de La Culebra (Zamora). Foto: Javier Talegón.
lunes 30 de mayo de 2016, 20:22h
La observación de lobos en su hábitat es una actividad en auge con interesantes implicaciones conservacionistas: por una parte es un argumento de peso a favor de la conservación de la especie, por otra requiere de buenas prácticas y sentido ético para evitar molestias y alteraciones a estos animales. Varios especialistas nos dan su punto de vista sobre el asunto.
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.
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Nadie olvida la primera vez que vio un lobo. Para quienes hayan podido contemplar al animal más totémico que aún nos brinda la naturaleza europea ya no es sólo que ese día pase a convertirse en un recuerdo imborrable. El afortunado observador, aun...
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