Tras pasar por la clínica veterinaria, fue trasladado a un recinto donde lo mantuvimos en cautividad hasta el 25 de abril, fecha en que fue liberado con éxito en la playa de Chilches (Vélez Málaga). Durante esos días fue alimentado con sardinas, jureles y boquerones, huevo y gónadas de merluza. En pocos días pasó de moverse con lentitud a aletear enérgicamente. Aunque su recuperación fue relativamente rápida, esperamos unos días más para comprobar que impermeabilizaba suficientemente el plumaje y no corría riesgo de que se le empapara tras la suelta. La decisión de liberarlo en Chilches fue por la escasez de gaviotas patiamarillas que hay allí, muy capaces de acosar al págalo.
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