Pocos proyectos de recuperación de la fauna europea son más necesarios y al mismo tiempo más difíciles de cerrar con éxito que los dedicados al urogallo (Tetrao urogallus). Así lo pudo comprobar sobre el terreno los pasados 18 y 19 de mayo un grupo de prensa, en el que se encontraba la revista Quercus, invitada por la Fundación Biodiversidad a visitar algunas de las zonas de actuación del proyecto LIFE+ Urogallo Cantábrico, en el entorno de la localidad de Posada de Valdeón.
Hace años que no se ve un urogallo en este sector de la vertiente leonesa del Parque Nacional de los Picos de Europa, excepción hecha de las tres hembras del año criadas en cautividad y reintroducidas en la zona en octubre de 2014. Era una apuesta arriesgada en plena área oriental de distribución del urogallo cantábrico, con una población del ave tan precaria que incluso habría perdido ya la posibilidad de recuperarse por sí sola de forma natural. Así lo creen los especialistas que asesoran a la Fundación Biodiversidad, coordinadora de un proyecto LIFE en el que figuran como socios los Gobiernos de Cantabria, Asturias y Castilla y León (en este caso a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León), así como el consorcio interautonómico creado para la gestión del Parque Nacional de los Picos Europa, la ONG SEO/BirdLife y las empresas públicas Tragsa y Tragsatec.
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital