Por Miguel Ginés Muñoz
A finales del año pasado publiqué una nota en el Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa sobre el sorprendente y excepcional descubrimiento de una población de la mariposa conocida como “manto violeta” (Lycaena helle) en territorio español (1). Esta pequeña mariposa, perteneciente a la familia de los licénidos (Lycaenidae), tiene una distribución boreo-alpina en contados enclaves europeos y buena parte de la región Paleártica. Es un fósil viviente de las glaciaciones cuaternarias y actualmente se encuentra en franca regresión en Europa. De hecho, ya ha desaparecido de algunos lugares debido a las alteraciones del hábitat y a los efectos del cambio climático. La población descubierta, localizada en el norte de la provincia de León, es, a día de hoy, la única que se conoce en España. Nunca se confirmó su presencia en otras localidades próximas, como Reinosa (Cantabria) y la cara sur del pico Aneto (Huesca), desde que se publicaron sus respectivas citas en los años ochenta del siglo pasado (2, 3).
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