Cada primavera, los investigadores Ülo Vali y Urmas Sellis, de la Universidad de Ciencias de la Vida de Tartu, en Estonia, inician su trabajo de campo recorriendo los bosques boreales de álamos y abedules, para monitorear exhaustivamente la escasa población de águilas moteadas (Clanga clanga) que se reproduce en su país. Para ello localizan y chequean anualmente la ocupación territorial de esta rapaz, marcan ejemplares con emisores GPS satelitales y toman muestras para analizar el grado de hibridación de la especie con el águila pomerana (Clanga pomarina). Pero ninguno de ellos se imaginaba que uno de los pollos a los que marcaron en su nido en la primavera de 2008 supondría un punto de inflexión en el conocimiento del águila moteada nada menos que en la parte opuesta de Europa. Este ejemplar, bautizado por los investigadores estonios como Tõnn -pronunciado aproximadamente como tim- se desvió durante su primera migración de la ruta que supuestamente debería haber tomado junto a sus congéneres y, por el contrario, recorrió en dirección suroeste todo el continente europeo (Cuadro 1, en la página 14)
Tras atravesar Letonia, Lituania, Polonia, Alemania y Francia, en noviembre de aquel año Tõnn entró en la península Ibérica sobrevolando el Pirineo catalán y alcanzó la Mancha húmeda, donde tomó rumbo sureste, llegando hasta la provincia de Almería. Tras un par de rodeos por el sureste peninsular, el 11 de diciembre de 2008 se asentó en el Parque Natural de El Hondo.
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