Una medida tildada de histórica, que puede significar un punto de inflexión en el camino hacia la extinción de los elefantes a causa de la caza furtiva por el marfil de sus colmillos, fue anunciada el pasado 30 de diciembre por China: el país asiático se da de plazo este año 2017 para cerrar gradualmente su mercado interno de marfil, tanto en lo que se refiere a empresas de manufactura y mayoristas como de venta al consumidor final.
La decisión se adopta después de que en marzo de 2016 el Gobierno chino prohibiese durante tres años la importación de marfil.
Ambas son medidas que reflejan una creciente implicación de China contra tráfico de marfil.
El Cites, el convenio internacional que regula el tráfico de vida silvestre, prohibió comerciar con marfil en 1989. Pero China y otros países permiten un mercado internacional con marfil comprado antes de la moratoria, además de tener aprobado desde 2008 por el propio Cites un stock del producto que saca a la venta con certificado.
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