Los encantadores de serpientes y su impacto sobre los ofidios en Marruecos.

La orden religiosa de los Aisauas fue fundada en Marruecos por Sidi Mohammed Ben Aissa, un sufí andalusí del que deriva el nombre de la cofradía. Sus datos biográficos son confusos, aunque se sabe que nació en 1465 en las regiones del Gharb o del Sous, y que murió en Meknés en 1526. En su juventud recibió una formación muy completa, aprendió a usar plantas medicinales y a manejar animales, pero sobre todo adquirió una gran espiritualidad. Se instaló en Meknés, donde pudo reunir a numerosos adeptos y fundar la orden religiosa de los Aisauas (1).

Desde sus inicios, los Aisauas han estado estrechamente unidos a las serpientes. Las utilizaban en actos religiosos, curaciones, exorcismos y exhibiciones, a cambio de unas monedas o comida, actividades que apenas se observan ya en los zocos tradicionales de Marruecos. Recolectaban las serpientes en el sur del país, probablemente de una manera sostenible. Pero en las últimas tres décadas el carácter espiritual de estas actividades y de algunos de sus integrantes se ha ido perdiendo para dar paso a unos Aisauas que montan espectáculos con serpientes para obtener dinero de los turistas. El turismo se está desarrollando de manera importante en Marruecos. Hace poco se han alcanzado los diez millones de turistas por año y el objetivo de la Administración es duplicar esa cifra para el año 2020, lo cual podría reflejarse en una sobreexplotación de las poblaciones naturales de serpientes.