El cabo de Cala Figuera, en la Bahía de Palma (Mallorca), presentaba la mayor invasión en Baleares de uña de gato, una planta exótica que causa graves daños a la vegetación autóctona litoral. Su erradicación, iniciada en 2012 y ya concluida con éxito, ha requerido intervenir incluso en acantilados de difícil acceso.
Por Xavier Manzano, Eva Moragues y Joan Mayol
Carpobrotus edulis y Carpobrotus affine acinaciformis son plantas de origen sudafricano popularmente conocidas como “uña de gato”, que se han utilizado en jardinería hasta hace muy poco, tanto en obra pública como en jardines privados.
Actualmente la uña de gato está incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. Por lo tanto ya no está permitida su posesión, uso y comercialización. Pero durante décadas ha escapado de muchos jardines, causando grandes quebraderos de cabeza a gestores medioambientales y a conservacionistas, mientras se destinaban considerables recursos presupuestarios y esfuerzos humanos para erradicarla.
Autores: Eva Moragues (emoragues@dgcapea.caib.es ), Xavier Manzano y Joan Mayol trabajan en el Servicio de Protección de Especies de la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Gobierno Balear.
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