La tórtola común o europea (Streptopelia turtur) es una pequeña columbiforme migratoria que cada primavera llega a Europa a reproducirse desde sus cuarteles de invernada africanos. En las últimas décadas ha sufrido un marcado declive poblacional en su área de distribución europea, alcanzando descensos de hasta un 95% en países como el Reino Unido. Aunque de una forma menos acusada, la población reproductora en la península Ibérica no ha sido ajena a este declive. Así, ha pasado de ser una especie común en nuestros campos y riberas a ser considerada rara en amplias zonas de la geografía ibérica. El descenso numérico de la tórtola viene además acompañado de cierta controversia debido al interés que suscita su caza estival en diferentes países europeos, entre ellos España, Francia y Portugal.
Sin embargo, los estudios que han abordado las causas de su declive han sido llamativamente exiguos. Los escasos trabajos científicos realizados hasta el momento señalaban a la agricultura intensiva como causa principal (1, 2). El uso de herbicidas habría reducido la disponibilidad de las semillas silvestres consumidas por las tórtolas, base de la dieta primaveral de la especie, lo que a largo plazo habría supuesto la desaparición de su hábitat reproductivo en amplias regiones. Pero la tórtola también se reproduce en amplias extensiones de monte mediterráneo, donde ni hay cultivos ni son usados tratamientos químicos contra la vegetación herbácea. Esta última cuestión fue la que llevó a hacernos la siguiente pregunta: si la agricultura intensiva es el problema de la tórtola, ¿por qué también ha descendido en las zonas forestales donde tradicionalmente se reprodujo en abundancia?
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