Como dimos a conocer en esta misma revista en mayo de 2014 (Quercus 339, págs. 50 y 51), los aljibes del suroeste de Marruecos suponen una gran amenaza para los anfibios y los reptiles, pero también para las aves, los mamíferos y los invertebrados.
Estos aljibes son construcciones a nivel de superficie para recoger y almacenar el agua de lluvia en un depósito cubierto. Tienen varios puntos de entrada, el principal a través de un foso o cámara de decantación, normalmente al descubierto.
El problema es que estas infraestructuras funcionan como trampa de caída, debido a la apariencia de refugio que representan sus accesos.
Además, la presencia de agua o de otros animales caídos previamente es un reclamo añadido que incrementa su peligrosidad para la fauna.
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.
Autores: Luis García-Cardenete (luisgcardenete@yahoo.es ), Juan Manuel Pleguezuelos, Xavier Santos, Jesús Caro, Mónica Feriche, Marisa Siciliay Teresa Pérez-García integran un grupo de especialistas interesados en la conservación de la herpetofauna norteafricana, vinculado a la Universidad de Granada y al Centro de Investigación en Biodiversidad y Recursos Genéticos (Cibio) de la Universidad de Oporto.
Más información:Juan Manuel Pleguezuelos y otros autores (2017).Barriers for conservation: Mitigating the impact on amphibians and reptiles by water cisterns in arid environments. Amphibia-Reptilia, 38 (1): 113-118.