Las especies invasoras son sin lugar a dudas uno de los mayores retos a los que se enfrenta actualmente la conservación de la biodiversidad. Casi día a día observamos cómo aumenta su número y área de distribución, a la vez que constatamos el impacto devastador que tienen en las comunidades nativas.
Este problema es una prioridad en la conservación de los espacios protegidos insulares. En ellos, la escasez de competidores y depredadores naturales hace que el impacto de las especies invasoras sea aún mayor. Pero por otra parte, el aislamiento de estos lugares brinda la oportunidad de ofrecer un refugio seguro para la fauna local si los invasores son eliminados.
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