El año 2017 definitivamente ha sido el año de los buitres, el año en el que más se habló del estado de conservación de estas aves y de las amenazas más graves que las afectan. Pero también ha sido el año en el que se identificaron las medidas de conservación necesarias para toda su área de distribución.
Es de todos sabido que los buitres son un elemento característico, distintivo y espectacular de la biodiversidad de los ambientes que habitan.
Proporcionan servicios ecosistémicos de importancia decisiva, al limpiar cadáveres y otros residuos orgánicos del medio ambiente, que pueden dar lugar a la propagación de enfermedades en los animales tanto salvajes como domésticos, así como el riesgo de patógenos para los humanos.
Autor: Jovan Andevski (j.andevski@4vultures.org ) es coordinador europeo del plan de acción para los buitres de África y Eurasia (Vulture MsAP) y gestor de programas de Vulture Conservation Foundation (VCF).