La avispa asiática (Vespa velutina) es una especie bien conocida por los lectores de Quercus. Llegó a Europa en el año 2004, probablemente a través del comercio de productos hortícolas con China, y la primera cita tuvo lugar en el departamento francés de Lot y Garona. La expansión posterior fue fulgurante y hoy se encuentra ya establecida en prácticamente toda Francia. También ha penetrado en otros países como Portugal, Bélgica, Italia, Suiza, Alemania y el Reino Unido. Al tratarse de un insecto depredador, su mayor impacto comprobado es sobre la apicultura, ya que en las zonas rurales su dieta se compone en un 45-50% de abejas melíferas. No obstante, depreda sobre otros muchos insectos silvestres causando un impacto mucho más difícil de evaluar. En cualquier caso, es un potente agente de cambio para la biodiversidad local y su catalogación como especie invasora en el año 2011 está plenamente justificada. Superó la barrera de los Pirineos en 2010, con una primera cita en Amaiur (Navarra) en agosto de ese mismo año. No sabemos si llegó por sus propios medios o a través del transporte de mercancías. La estrategia española contra la especie, aprobada en 2015 por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, no ha impedido que se haya extendido rápidamente por Cataluña, la cornisa Cantábrica y Galicia, desde donde ha penetrado en el norte de Portugal. Recientemente se ha confirmado también su presencia en Extremadura y la Comunidad Valenciana.
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