La migración de los vencejos es especialmente espectacular, por tratarse de aves de apenas cuarenta gramos que atraviesan más de 3.000 kilómetros hasta África para invernar.
Pero aún más sorprendente es el hecho de que haya poblaciones de estas aves que rompan las normas de la naturaleza para escapar al fenómeno migratorio.
Ejemplo de ello es que en Europa existan documentadas tres poblaciones de vencejos pálidos (Apus pallidus) invernantes: una en Livorno (Italia), otra en Alange (Badajoz) y una tercera en la ciudad de Sevilla.
Estas colonias no sólo tienen un valor ecológico singular, sino un alto valor estético para las ciudades que las albergan.
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.
Hasta el pasado invierno, en Sevilla podías observar con el abrigo puesto cómo los vencejos invernantes del Edificio Cabo Persianas entraban para pasar la noche en sus refugios.
Autora: La bióloga Elena Moreno (elena_m_p@hotmail.com ), especializada en biodiversidad urbana, preside la asociación ecologista Ecourbe.