Más de quince años de expediciones a Marruecos por parte de un grupo de ornitólogos andaluces ha permitido confirmar que el quebrantahuesos se sigue reproduciendo en el Atlas. Sin embargo, se trata de una población bajo mínimos, con tan solo cinco parejas seguras, necesitada de la mayor dedicación para salvaguardarla.
Por Pedro Antonio Jódar, José Luis Paz, Alfonso Godino, Fabrice Cuzin y José Luis Sánchez Balsera
A finales del siglo XIX, el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) estaba presente en prácticamente todas las sierras del arco mediterráneo. Pero su evolución ha ido encaminada a una drástica disminución en Europa y el norte de África, habiéndose extinguido de la mayor parte de su hábitat original en el Paleártico occidental.
En este ámbito geográfico sólo quedan tres poblaciones de la especie, una en Pirineos y dos en islas, Córcega y Creta, a las que habría que unir dos poblaciones reintroducidas, una en Los Alpes y otra más reciente en el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, con dos parejas reproductoras en libertad, así como una pequeña población natural más en Marruecos.
Autores: Pedro Antonio Jódar, naturalista y ornitólogo, es socio fundador de la Sociedad Ibérica para el Estudio y la Conservación de los Ecosistemas (info@siece.org ). José Luis Paz, ornitólogo, se ha dedicado desde hace más de treinta años al seguimiento de rapaces tanto en Andalucía como en Marruecos. El ornitólogo Alfonso Godino y el biólogo José Luis Sánchez Balsera son especialistas en rapaces mediterráneas. Fabrice Cuzin, también biólogo, reside en Marruecos y trabaja con especies amenazadas de este país, entre ellas el propio quebrantahuesos.